sábado, 4 de diciembre de 2010

Posdata te amo.

Querida Holly:
No tengo mucho tiempo,lo digo literalmente, es que saliste a comprar helados y volverás pronto. Pero tengo la impresión que será la última carta, sólo me queda una cosa por decirte: Esta carta no es para que me recuerdes ni para que compres una lámpara, puedes cuidar de ti misma sin mi ayuda.
Quiero decirte cuánto me conmoviste, cuánto me cambiaste, me hiciste un hombre al amarme, Holly, y por eso te estoy eternamente agradecido, literalmente. Si puedes prometerme algo, prometeme: Que cuando estés triste o insegura o pierdas la fe por completo, tratarás de verte atraves de mis ojos. Gracias por el honor  de ser mi esposa, soy un hombre sin arrepientos. Que afortunado fuí. Hiciste mi vida, Holly, pero yo sólo soy un capítulo de la tuya. Habrá mucho más, te lo prometo.
Y ahora viene lo más importante: No tengas miedo a volver a enamorarte, busca esa señal cuando termine la vida como la conoces.
Posdata: Siempre te amaré.

No hay comentarios:

Publicar un comentario