sábado, 8 de octubre de 2011

Nunca quise.

Nunca quise a nadie tanto como a vos
por eso es que empiezo a dudar
si seremos hermanos que nos separaron
y nosotros sin saberlo nos volvimos a juntar.
Tu sangre es roja,
la mía también, pero no me equivoco
algo tendremos que ver,
somos indios latinos con guitarra eléctrica
y comunicados a través de internet.
Para odiar hay que querer,
para destruir hay que hacer
y estoy orgulloso de quererte romper
la cabeza contra la pared.
Y por todas esas cosas que tenemos en común,
hace tiempo ya marchaste de acá,
te cansaste de mí, yo me cansé de vos,
pero cuando nos miramos sabemos que no es verdad.
Porque tanto te quise y tanto te quiero,
siempre una marca tuya llevará mi corazón.
Disculpá si te parece raro
pero comparto la opinión que escuché en una canción
"Si la amas déjala ser, si la quieres déjala volar".
Nunca fui tu patrón, no quisiera cambiarte
y no quiero que pierdas tu personalidad.
Para odiar hay que querer...
Para dejar hay que beber.
Para morir primero hay que nacer,
siento ganas nuevamente de tirarme a tus pies,
y llevarte a mi morada otra vez.
Si lo sembrás lo recogés
y si esperás vas a entender
cuando las cosas salen como no las espero,
la vida me hace más guerrero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario